Cómo nació mi inquietud por la escritura, en el Colegio San
Calixto, tuve como profesor de filosofía al Lic. Enrique Ipiña –que llego a
ocupar el cargo de Ministro de Educación–. Para uno de los exámenes, nos pidió
al curso que escribiéramos sobre un tema de nuestra preferencia (no recuerdo lo
que presenté) para el examen, que por cierto había que defenderlo, y no debía exceder
las tres páginas. Cuando llegó mi turno, le entregue mi trabajo, tomo un
momento para hacer la lectura, y, me dijo que, “no había por dónde agarrarte”,
entonces me dijo, “porque no te dedicas a escribir”.
Ya en colegio nos separaban por áreas de preferencia, unos
tomaron la biología, y, yo elegí el área de recursos, la económica. Salí
bachiller y postule, a la Universidad Mayor de San Andrés, me presente al
examen de conocimiento y al psicotécnico que ese año había implantado la UMSA.
Superé las dos pruebas y me gané una beca para la Universidad Católica
Boliviana que me otorgó una señora Americana, mamá de un sacerdote, que nunca
la conocí. Fallecida la señora, tuve que hacer mi traspaso a la UMSA.
Egresé y me puse a trabajar en mi área
por varios años.
Se me presento la oportunidad de dirigir una investigación de
la historia oral afroboliviana contemporánea del siglo XX en los Yungas -a
pesar de estar trabajando en la administración pública acepté el reto-, así
comenzó mi trayectoria de escritor que ya lleva 17 años. No me ha sido fácil,
tuve que pasar seminarios y cursos de capacitación en el campo de la
investigación tanto en campo como en archivos y de redacción.
Para la historia oral, tuve de profesoras y profesores a las
abuelas y abuelos, con ellas y ellos
aprendí en la universidad de la vida, “volví a reaprender lo alienantemente
desaprendido”, en mis años de estudiante, en particular del colegio cuando vine
a estudiar a la ciudad, la universidad y la vida citadina que lleve en La Paz.
En
1995 inicié el trabajo de campo, la recopilación de la historia oral, desde ese
entonces de a poco comencé a conformar el abecedario de palabras hasta
conformar un diccionario que publiqué el 2012. De las historias de vida
publique el libro intitulado “Raíces de un pueblo, cultura afroboliviana” el
2000, fue mi primer libro.
RECOPILACION ORAL CONTEMPORANEA
AFROYUNGUEÑA DEL SIGLO XX
DIALOGO CON NUESTAS ABUELAS Y ABUELOS,
LAS Y LOS GUARDIANES DE LA CULTURA
Octubre de ‘95
Noviembre ‘95
Así comenzó mi interés por escribir sobre la historia de mi
pueblo desde mi propia mirada, desde el color de la piel o como dijera el
maestro ecuatoriano Juan García, “desde casa adentro”. También me motivó una conversación que tuve –como dos
décadas– en la comunidad de Yavichuco o warapolo del sector Coroico, cuando un
americano me pregunto si había escritores afros en Bolivia que escriban:
“restregándose la piel de la mano izquierda con la derecha, dándome a entender
con el color de la piel”.
A lo largo de estos años conocí a mucha gente de la diáspora
en los encuentros internacionales, escritoras, escritores y activistas, para
citar a la Dra. Sheila Walker que para mí ha sido mi profesora particular en la
cátedra de historia y continúa siendo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario